Enmarcada
dentro de la llamada "tercera fuerza", la psicoterapia
"rogeriana" es el enfoque que mayor influencia ejerce actualmente
sobre los psicoterapeutas y consejeros norteamericanos, aún por encima de la
terapia racional-emotiva de Albert Ellis y del psicoanálisis freudiano.
La terapia
rogeriana es ideal y una de las mas usadas por las características personales
que Rogers considera necesarias en todo buen terapeuta que intente
instrumentalizar su enfoque son las siguientes:
a)
Capacidad empática;
b) Autenticidad;
c) Consideración positiva incondicional.
Ello
induce a pensar que el terapeuta centrado en el cliente no puede ser una
persona común y corriente, sino alguien especial, que cuenta con la
tranquilidad y la coherencia internas propias de la persona autor realizada que intentará contagiar al cliente. Sin embargo, no debe verse
al terapeuta como una persona superior.
Como
Rogers lo menciono el terapeuta debe ser alguien especial y es por eso establece
cuatro fases que deben de seguir:
- · esclarecimiento de las actitudes del aspirante a terapeuta, antes de centrarse en los aspectos técnicos
- énfasis en las técnicas una vez que se han aclarado las actitudes del estudiante.
- · proporcionar al estudiante una experiencia propia de la terapia, si es posible haciendo que él mismo se someta a ella en condición de cliente.
- · el estudiante debe ejercer la práctica psicoterapéutica desde el momento mismo en que ésta sea practicable.
Esta
terapia se utiliza mucho la imagen del eco porque sirve para poder comprender
el fenómeno de los pacientes, si el terapeuta repite lo que el paciente dice
pero de una manera que suena diferente el paciente ira encontrando sus salidas
ellos mismo y el terapeuta tan solo será una herramienta de guía.